¿Cómo nos adaptaremos los humanos a un mundo dominado por la IA?

La Inteligencia Artificial (IA) ha sido una de las innovaciones más importantes del nuevo milenio, y el cambio que está creando en la dinámica laboral es uno de los temas que ha seguido generando controversia en medio de debates acalorados. Mientras que hay quienes ven en la IA la oportunidad de mejorar la productividad y de hacernos la vida más fácil, hay otros, por otro lado, que piensan que estamos al borde de una crisis de empleo nunca antes vista. ¿Es posible que la IA esté a punto de redefinir fundamentalmente la naturaleza misma del trabajo y hacer que millones de empleos desaparezcan para siempre en la forma en que los entendemos hoy?

La misma naturaleza del trabajo: antes y después de la IA

El trabajo ha sido una parte fundamental de la identidad humana desde hace muchos siglos. Desde los comienzos de la Revolución Industrial, hemos sido testigos de máquinas tomando los lugares de las personas en trabajos repetitivos y físicos, y de cómo, por lo tanto, se reestructura la naturaleza misma del trabajo. Pero la inteligencia artificial está tomando esta transición a un nivel completamente nuevo, poniendo en peligro no solo el trabajo físico, sino también campos completos que hacen trabajos intelectuales de alto nivel.

Automatización y sus Efectos

Uno de los factores más influenciadores del cambio ha sido la automatización. Con la inteligencia artificial, ha terminado la era en la que las máquinas solo podían realizar tareas simples; están codificadas para manejar datos complicados, tomar decisiones, y realizar muchas otras tareas que anteriormente estaban reservadas para las capacidades únicas de un humano. Desde la generación de informes financieros y análisis hasta la creación de pinturas y música, la inteligencia artificial está demostrando que puede superar incluso en áreas en las que no se creía posible.

El impacto de esto ha sido visto en varias industrias. Por ejemplo, en la industria manufacturera, se han creado robots que dependen de la inteligencia artificial y han reemplazado a los humanos en las líneas de producción. En la gestión de contactos, las consultas y quejas se atienden a través de chatbots sin la intervención de seres humanos. Ahora, en el campo de la medicina también, los sistemas de IA están ocupando el lugar y, de hecho, superando el lugar de los médicos más experimentados en el diagnóstico de enfermedades y en la prescripción de medicamentos con un nivel de precisión comparable.

¿Estamos preparados para el futuro?

La pregunta que surge es: ¿Estamos preparados para un mundo donde las máquinas y los robots pueden hacer casi cualquier trabajo humano? Un informe del Foro Económico Mundial estima que para 2025, alrededor de 85 millones de empleos serán automatizados, pero también prevé la creación de 97 millones de nuevos empleos a raíz de esta transformación. Pero el empleo emergente no necesariamente está a la par en términos de número con el empleo que se está perdiendo, y la mayoría de este empleo emergente se creará a través de la fuerza laboral con competencias técnicas y de gestión avanzadas en datos, algo a lo que el nivel actual de fuerza laboral no podrá adaptarse.

La Respuesta Humana: Adaptación y Resiliencia

A lo largo de la historia, la humanidad ha sabido adaptarse maravillosamente a los nuevos desarrollos tecnológicos. Pero la rapidez y magnitud del cambio son ahora de un orden completamente diferente. Será necesaria una gran cantidad de educación y capacitación, sobre todo para redirigir el lugar de trabajo hacia un rol de trabajo que coopere con, en lugar de competir con, las máquinas. El otro efecto será un mayor énfasis en las capacidades humanas con las que la inteligencia artificial continuará luchando, incluidas la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico. Las organizaciones tendrán que repensar sus diseños y prácticas con un enfoque aún mayor en la interacción entre humanos y máquinas.

Ética en la Era de la IA

Otra área que está recibiendo mucha atención es la ética del desplazamiento de la fuerza laboral. ¿Cuál es la responsabilidad de las empresas en el desplazamiento de la fuerza laboral humana? ¿Podemos garantizar que los beneficios de la IA se distribuyan de manera justa? Esas son preguntas que tendrán que ser respondidas deliberada y colectivamente, en una cooperación sin precedentes entre gobiernos, empresas y sociedad civil, tomando decisiones que minimicen los efectos adversos y maximicen las oportunidades.

Un futuro incierto, aunque prometedor

El impacto de la inteligencia artificial en el trabajo humano no puede ser sino innegable, y apenas hemos llegado a la punta del iceberg. Ahora hay una preocupación real, sin embargo, con la cuestión del desplazamiento de la mano de obra, pero también hay un gran potencial para construir el tipo de futuro en el que las personas trabajarán con las máquinas, haciendo cosas que nunca antes se habían soñado. El desafío ahora es llegar a un acuerdo sobre cómo orientar ese cambio de una manera en que se pague el menor precio social y se cosechen las mejores recompensas para todos. Pero la clave estará en la reinvención, la reeducación y en un sentido crítico de lo que queremos realmente decir con trabajo en una era de IA. Si tenemos éxito en hacer esto, el futuro no tiene por qué ser una distopía de máquinas, sino una nueva era de prosperidad y expresión humana.